A pesar de llevar tres meses subiendo, el euribor -la referencia de la gran mayoría de las hipotecas a tipo variable de España- ha cerrado el mes de mayo en negativo (-0,081%, 0,053 puntos más que en mayo de 2019). Como se pueden imaginar, que suba el euribor es bueno para la banca y no tan bueno para los consumidores.

Ahora bien, desde que Pedro Sánchez decretara el confinamiento obligatorio -provocando el parón de toda la economía- y lanzara los créditos ICO para intentar reactivar la actividad, el euribor ha dejado de ser la referencia principal de las hipotecas en favor, precisamente, de los préstamos ICO.

Y eso, ¿qué implica? Para empezar, que el tipo de interés medio de los préstamos bancarios se ha situado en el 2%. Efectivamente, no deja de ser una media -la casuística es muy amplia-, pero nos permite concluir que si alguien no sale beneficiado de esta situación es, precisamente, la banca.

Sí, el 2% de interés medio significa que las entidades obtienen menos margen en su negocio principal. Cmo margen bacnario, no es malo para las hipótecas pero sí para el resto de los créditos: el margen baja.

Alguno recordará las ayudas que concedió José Luis Rodríguez Zapatero cuando estalló la crisis de 2008. En aquella ocasión, sin embargo, los bancos fueron meros transmisores del ICO, es decir, no asumían ninguna responsabilidad ni ningún riesgo. Resultado: la morosidad de esos préstamos fue de, aproximadamente, el 90%.

Nada que ver con la situación actual, en la que las entidades asumen el 30% del riesgo de cada préstamo concedido. Son parte interesada y no están dispuestas a dar créditos a fondo perdido y sin ninguna garantía. Ahora bien, el préstamo que antes lo concedían al 3% de interés, ahora se ha abaratado hasta el 2%, gracias al ICO. Positivo para el consumidor y no tanto para el banco.