La Casa Blanca ha anunciado este miércoles que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado un memorándum para enviar tropas de la Guardia Nacional en la frontera con México para impedir la entrada de inmigrantes, según ha informado la cadena estadounidense CNN. El memorándum recoge que las "drogas ilegales, actividades peligrosas de pandillas y la inmigración ilegal" amenazan a la seguridad de Estados Unidos y "socavan el estado de derecho".

Pues bien: el Gobierno de México ha respondido al de Estados Unidos que si el anunciado despliegue de la Guardia Nacional se tradujera en una militarización de la frontera, ello dañaría gravemente la relación bilateral, recoge El Economista.

En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), informó que el Secretario Luis Videgaray sostuvo una conversación con la Secretaria de Seguridad Interior del gobierno de los Estados Unidos de América, Kirstjen Nielsen.

En dicha comunicación, Nielsen informó que la Guardia Nacional únicamente realizará labores de apoyo al Departamento de Seguridad Interior.

También, señaló que los elementos de la Guardia Nacional no portarán armas ni realizarán funciones de control migratorio o aduanero.

"Se trata de un despliegue de la Guardia Nacional de características comparables a los que tuvieron lugar en 2006, durante la administración del Presidente George W. Bush, con la Operación Jump Start, y en 2010, durante la administración del Presidente Barack Obama, con la Operación Phalanx", se indica en el documento.

Por lo anterior, la SRE indicó que se ha reiterado a las autoridades estadounidenses "la importancia fundamental del respeto a la dignidad y los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos".

Por último, se indicó que el gobierno de México mantendrá comunicación permanente con el Departamento de Seguridad Interior, a efectos de dar seguimiento a esta medida y determinará las acciones apropiadas a seguir "velando en todo momento por la soberanía e interés nacionales".