• Un informe de la Cepal revela que la Argentina alcanzó en 2013 un nivel de presión tributaria de 31,2%, cuatro puntos por debajo del 35,7% de Brasil y por encima del resto de los países de Hispanoamérica.
  • La presión tributaria en el país se sitúa en un nivel muy cercano al de los países desarrollados, pero sin una adecuada contraprestación de servicios públicos: educación, salud, seguridad e infraestructuras. 
La Nación ha destacado en un interesante artículo que la Argentina tiene hoy la mayor presión tributaria de su historia, la segunda de la región y en un nivel muy cercano al de los países desarrollados, sin una adecuada contraprestación de servicios públicos.

Un informe de la Cepal revela que la Argentina alcanzó en 2013 un nivel de presión tributaria del 31,2%, cuatro puntos por debajo del 35,7% de Brasil y por encima del resto de los países de Hispanoamérica.

En cambio, los países desarrollados, reunidos en la OCDE, tienen un promedio del 34,1%, aunque con importantes diferencias entre ellos (van del 19,7% de México al 48,6% de Dinamarca).

Si bien la Argentina, efectivamente, no llega al promedio de la OCDE, está sólo a tres puntos y con un nivel de prestación de servicios (por ejemplo, en educación, salud, seguridad e infraestructura) muy inferior al de la mayoría de los países de esa organización.

La evolución de la presión tributaria en la Argentina, según la nueva base de cálculo del PBI, pasó de 12,4% en 1990 a 31,2% en 2013. Esta alza fue de casi 19 puntos porcentuales, ubicada apenas un punto por debajo de la de Bolivia, con 20 puntos porcentuales.

Los sufridos argentinos tienen que soportar cada vez más impuestos pero nefastos servicios públicos. ¿Lo pagará Cristina Fernández en las siguientes elecciones?

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com