Samsung no fabrica nada en España. Su actividad en nuestro país se limita a vender sus productos, principalmente móviles y televisores, aunque su catálogo se ha ampliado y ahora también ofrece, por ejemplo, lavadoras. La multinacional surcoreana cerró 2018 en nuestro país con unos números que llaman la atención: alcanzó una cifra de negocio de 1.696 millones de euros, un 6% inferior a la de 2017, logró un resultado de explotación de 32,4 millones y, finalmente, un beneficio neto de 26 millones de euros después de pagar 33,8 millones en impuestos (en 2017 pagó 38,8 millones). Pocos impuestos parecen para la compañía que cerró 2018 con una cuota de mercado del 20% en smartphones. Y todo esto gracias a una plantilla de 358 empleados, 31 más que en 2017.

En su Informe Anual 2018, la compañía asegura, no obstante, que su actividad en España supuso la creación de 16.630 empleos equivalentes a tiempo completo (FTE). El mayor impacto, como es lógico, se produjo sobre el sector del comercio minorista, donde el impacto tractor generó 10.119 empleos. Además, según la multinacional, se crearon 3.738 empleos indirectos, entre los que destacan los relacionados con la publicidad y los estudios de mercado (1.386 empleos) y los de reparación de equipos electrónicos y similares (852 empleos).

El impacto fiscal total generado por Samsung durante 2018 fue de 632,2 millones de euros, frente a los 649 millones de 2017. Así, por cada unidad vendida durante el año pasado, se generaron unos ingresos fiscales para la Administración Tributaria de 58 euros.