• Susana Díaz ofreció para Andalucía un gran acuerdo contra la corrupción que incluye medidas como que los diputados autonómicos no puedan ejercer otra profesión; pero el PSOE se opuso a una ley similar en el Congreso planteada por el PP.
  • Además, Díaz propuso que las alcaldías y presidencias sean elegidas por sufragio universal estableciéndose una segunda vuelta si en la primera no logran la mayoría; pero Mariano Rajoy ya propuso el pasado verano que en los ayuntamientos gobernara la lista más votada.
  • Todo ello demuestra que el PSOE trabaja por interés electoral y político, pero no por verdadero servicio a los ciudadanos españoles.
La candidata a la Presidencia de la Junta, la socialista Susana Díaz (en la imagen), afronta este martes la segunda sesión de investidura en el Pleno del Parlamento, donde no contará con apoyos ajenos al PSOE-A en primera votación, dado que los líderes de todos los grupos parlamentarios de la oposición (PP-A, Podemos, Ciudadanos e IULV-CA) han anunciado que votarán 'no' a la misma. Díaz necesitaría para ser investida este martes presidenta de la Junta el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara. Ya en una segunda votación -que se celebrará 48 horas después- requeriría de una mayoría simple, un resultado que podría alcanzar si Podemos y Ciudadanos (C's) se abstuvieran conjuntamente, o si lo hiciera el PP-A. En relación al discurso de investidura que pronunció ayer lunes, hay que destacar dos contrasentidos: Por un lado, Díaz ofreció un gran acuerdo contra la corrupción que incluye medidas como que los diputados autonómicos no puedan ejercer otra profesión. En concreto, propuso la aprobación de una Ley de Buen Gobierno y Estatuto de Altos Cargos, que regule con mayor precisión y exigencia todos los aspectos referidos al código ético, las incompatibilidades y un régimen sancionador en caso de incumplimiento de sus deberes. Así como reforzar en el ámbito andaluz la normativa necesaria para evitar las llamadas «puertas giratorias» de los responsables públicos y personal al servicio de la Administración pública. Sin embargo, el PSOE se opuso a una ley similar en el Congreso, planteada y aprobada por el PP, denominada 'Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno'. Por otro lado, Díaz propuso que la Cámara andaluza impulse una iniciativa legislativa para que el Congreso adopte cuantas reformas sean necesarias, incluida la Constitucional, para que las alcaldías y presidencias sean elegidas por sufragio universal estableciéndose una segunda vuelta si en la primera no logran la mayoría. Pero es que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado verano ya planteó que en los ayuntamientos gobernara la lista más votada. Por eso, el Gobierno ve "una buena idea" esa propuesta lanzada por Susana Díaz. De hecho, el secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, hizo esta valoración en un encuentro informal con los medios de comunicación en el Palacio de la Moncloa. Ayllón aseguró que "es bueno que abramos un debate" sobre una medida que concedería "mayor estabilidad" a las instituciones, al disponer de gobiernos más sólidos y menos condicionados por pactos políticos. Sin embargo, recordó que esta es una cuestión que Rajoy "ya planteó en el verano de 2014, diez meses antes que Susana Díaz". Así que el PSOE plantea para Andalucía cosas que previamente rechazó a nivel nacional. ¿Por qué? Por interés electoral y político. Pero no por verdadero servicio a los ciudadanos. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com