En precampaña política para el 28-A y en la semana feminista -¡Qué pestiño!- se celebra con mucho gozo, especialmente en el PSOE, el quincuagésimo aniversario de la píldora anticonceptiva, que permitió a la mujer “liberarse” de la maternidad. Porque, no nos engañemos: el feminismo no odia al varón, lo que odia es la maternidad.

Y la gran mentira del feminismo es que, en 2018, la marginada no es la mujer, sino la madre. Si una mujer arrostra la valentía de ser madre, y no digamos nada de tener familia numerosa, está perdida: el Estado no la ayuda, las mujeres la desprecian y es candidata a la pobreza, a vivir en supervivencia.

El feminismo es el enemigo jurado de la maternidad. Y no es la mujer la que está marginada, sino la madre

Pero las feministas aborrecen la maternidad. Y así, la peligrosa conmemoración del 8 de marzo es la fiesta de la mujer trabajadora. Y no nos engañemos, el trabajo femenino fuera del hogar y la maternidad no se concilian con leyes de conciliación, sino con otros planteamientos vitales donde el trabajo no lo es todo.

El gobierno Sánchez, a través de su escuela favorita de adoctrinamiento, la RTVE de Rosa María Mateo, ha aprovechado el quincuagésimo aniversario de la píldora anticonceptiva para darnos unas sabias lecciones a los jóvenes, que pueden resumirse en estas palabras: debéis copular pero no engendrar. Y así, nos asustan con estadísticas como éstas: sólo un 30% de los chicos jóvenes utilizan el condón. La verdad es que de todos los métodos anticonceptivos recetados por la progresía, el único que nunca puede ser homicida es el condón. Y no sirve para preservarnos del sida, es para preservarnos del niño.

Más datos: sólo el 20% de las chicas toma la píldora, o utiliza anillos, parches o DIUs. Todos ellos potencialmente abortivos. ¡Qué falta de responsabilidad!

El mensaje del PSOE a jóvenes y ‘jóvenas’ es este: fornicad pero no engendréis

También podría decírseles, a ellos y ellas, a todos los jóvenes, que dejaran de copular y entonces, a lo mejor, la mujer se tomaba más en serio a sí misma y los varones se tomaban más en serio a la mujer. Porque a la mujer actual habría que darle el siguiente consejo: más seriedad y dignidad, señora.

En cualquier caso, los políticos, en esta semana por la mujer continúan alentando la mentalidad anti-baby. Olvidan, o no recuerdan, que la píldora constituye una matanza global que dura ya medio siglo. Y también un engaño asimismo global: se oculta que todos los anticonceptivos que se venden en el siglo XXI son potencialmente abortivos. Es decir, que pueden actuar, y actúan, antes y después de la concepción. Sí, son abortivos.

Al mismo tiempo, el alabado feminismo, convertido en un dogma liberticida, constituye el enemigo jurado de la maternidad. Y, aunque el líder del PP, Pablo Casado, no se haya enterado, no es la mujer la que está marginada, sino la madre.

Al tiempo, el mensaje del PSOE a jóvenes y ‘jóvenas’ sigue siendo el mismo: fornicad pero no engendréis. Va a salir una generación muy responsable, tanto como las de sus padres, que de medio siglo hablamos.

En medio, eso sí, de la gran matanza química… que dura ya medio siglo.