• La firma del tercer rescate ha puesto en pie de guerra a varios parlamentarios del partido del Gobierno.
  • En cualquier caso, la Comisión Europea advierte de que el pacto aún tiene que ser aprobado por los socios del euro.
  • Grecia no podía demorarse mucho más: necesita urgentemente 3.400 millones de euros para saldar su deuda con el BCE.
  • Quedan superados algunos escollos importantes: el acuerdo contempla el fondo de privatizaciones y la deuda a los bancos.
  • El siguiente paso es su aprobación en el Parlamento griego y por el Eurogrupo. Los acreedores podrían dar ya esta semana luz verde al primer tramo del rescate.
Tras una intensa negociación, Atenas y los acreedores europeos han confirmado en la mañana de este  martes un principio de acuerdo para empezar a tramitar el tercer rescate, estimado en 86.000 millones de euros. El ministro heleno de Finanzas, Euclides Tsakalotos, ha anunciado la noticia ante los medios, pero precisa que quedan "algunos detalles" del pacto por fijar. La portavoz de la Comisión Europa (CE), Annika Breidthardt, lo ha confirmado durante una rueda de prensa. Según Breidthardt, las conversaciones entre los negociadores continúan, pero hoy cerrarán previsiblemente el pacto. Eso sí, la portavoz comunitaria ha matizado que será de carácter "técnico, aún no político", ya que tiene que recibir el visto bueno de los países de la zona euro. Este acuerdo contempla un recorte de los objetivos fiscales que supondrá, para las arcas helenas, un alivio de 20.000 millones de euros de las medidas de ajuste que tendrá que emprender Grecia en los próximos años. En concreto, el Ministerio de Finanzas griego ha informado de que el país podrá incurrir este año en un déficit primario del 0,25%, que en 2016 deberá transformarse en un superávit primario del 0,50%, del 1,75% en 2017 y del 3,5% en 2018. Estas condiciones son mejores que las del anterior rescate. Eso sí, la aprobación del acuerdo podría aumentar la brecha entre las dos alas de Syriza -radical y moderada- hasta el punto de llegar a escindirse. Los parlamentarios más críticos con el líder de su partido, Alexis Tsipras (en la imagen), han amenazado estos días con impulsar la reintroducción del dracma, la moneda griega, e incluso fundar otro partido. Este es el caso de Stathis Leoutsakos o Anagiotis Lafazanis. Grecia no podía demorarse mucho más para alcanzar el acuerdo, ya que necesita 3.400 millones de euros urgentes para hacer frente al vencimiento de su deuda con el Banco Central Europeo (BCE) el próximo día 20. Si se confirma el paquete de ayuda, Atenas no tendrá que acudir en principio a un segundo crédito puente, a pesar de las insistencias del todopoderoso ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble. El siguiente paso es la aprobación del acuerdo sobre el rescate en el Parlamento griego, a donde se espera que llegue en algunas horas. La Cámara helena lo someterá a votación el próximo jueves, con el fin de ser llevado el siguiente día al Eurogrupo. Allí los ministros de Economía de la zona euro tendrán que aprobarlo por unanimidad. Así mismo, esta previsto que el Comité Económico y Financiero de la Unión Europea mantenga una teleconferencia hoy para hacer un análisis preliminar de los términos del acuerdo. El pacto obliga a Grecia a adoptar 35 medidas inmediatas para devolver la confianza a los mercados. Los negociadores de ambas partes han logrado superar algunos escollos pendientes, como el fondo de privatizaciones y la deuda a los bancos. El acuerdo contempla también la eliminación gradual de la jubilación anticipada, el fin de las exenciones fiscales a las islas antes de 2016 y la desregularización del mercado energético. Daniel Esparza daniel@hispanidad.com