Ferrovial mueve la sede de su holding internacional de Oxford a Ámsterdam, para seguir bajo el paraguas de la legislación comunitaria, al tiempo que aspira a aumentar el negocio en el aeropuerto londinense de Heathrow, una vez que el Parlamento británico ha dado luz verde, en la sesión de este lunes, a la construcción de una tercera pista.

Los analistas coinciden en que es una noticia positiva para la compañía de Rafael del Pino, en la medida en que tiene las aprobaciones necesarias, pero sin sorpresas, porque se esperaba que saliera adelante (finalmente con una mayoría de 415 diputados de la Cámara de los Comunes frente a 119. No será, sin embargo, a corto plazo. Al fin y al cabo, no comenzaría a construirse hasta 2021 y podría inaugurarse en 2026.

La reacción en bolsa es bajista -cae en torno al 0,5% frente al Ibex en positivo- y en el año pierde un 11%, a pesar de las recomendaciones, con dos tramos muy definidos. El primero, hasta marzo claramente bajista (arrancó el año 19 euros por acción, que cayeron hasta 16,30) y el segundo, desde entonces, más benévolo, hasta los 17,50.

Los analistas valoran la construcción de la tercera pista de Heathrow pero dejan el efecto para el largo plazo

Ferrovial, en cualquier caso, controla el 25% del operador privado que gestiona el aeropuerto, lo que le da opciones para nuevos contratos. Completan su participación, entre otros, los fondos de Qatar (20%) y de Singapur GIC (11,20%) o el inversor canadiense CPDQ (12,62%). Pero Heathrow es sólo una parte del negocio internacional del grupo, que aporta el 77% de los ingresos.

El proyecto de ampliación de Heathrow costará unos 16.000 millones de euros, y elevará tanto la capacidad de vuelos (de 475.000 a 740.000) como el número de pasajeros anuales (de 85,5 a 130 millones).

Los analistas del Sabadell calculan que la puesta en marcha de la tercera pista de Heathrow es el principal catalizador para Ferrovial, y podría aportar un 7% a la cotización. Los de Bankinter tienen en cuenta que acometió las últimas ampliaciones (reconstrucción de la terminal T2 y la construcción de la T5).

Añaden, para alejar el efecto a corto plazo, que la ampliación está recurrida por cuatro ayuntamientos cercanos, no se ha completado aún el proceso de planificación urbanística y medioambiental y no se ha definido la normativa sobre tasas aeroportuarias y base de activos regulados tras esta ampliación.  En ese punto, el Sabadell estima un retorno del 5,35%.