• Y el mismo día en que Lurueña entra por la puerta, Sánchez Asiaín sale por la ventana.
  • El hijo del histórico banquero no es nacionalista.
  • Lurueña era hombre de Mario Fernández (que "ya no es de los nuestros"), que se enfrentó al PNV.
  • Se confirma también que Gregorio Villalabeitia ejercerá como presidente cobrable pero poco ejecutivo.
  • Es decir, el día a día lo llevará García Lurueña y el consejo, que no la Fundación, Villalabeitia.
  • Se cumple así una de las peticiones del Banco de España, que no parecía tener una gran confianza en D. Gregorio.
Al final, el hombre elegido por el PNV para ser el consejero delegado de Kutxabank ha sido Javier García Lurueña (en la imagen), "uno de los nuestros" y hombre de la casa –llegó en 1980- que hasta ahora ocupaba el puesto de director general adjunto del banco. Lo cierto es que García Lurueña era hombre de Mario Fernández, el ex presidente de la entidad, que fue destituido a finales de 2014 por discrepancias con el PNV –"ya no es de los nuestros"- en torno a la estrategia que debía afrontar el banco, salida a bolsa incluida. Pero eso es agua pasada. Ahora, Kutxabank afronta una nueva etapa de la mano de García Lurueña, que ha demostrado ser un buen profesional, primero en la Caja de Ahorros Vizcaína y luego en BBK. Pero el mismo día en que el Ceo entra por la puerta, Ignacio Sánchez Asiaín sale por la ventana. El que llegó al banco de la mano de Fernández, tras ser expulsado del BBVA por Francisco González, estaba llamado a ser el nuevo ceo, pero nunca gozó de la simpatía y la confianza del PNV. Y es que el hijo del histórico banquero no es nacionalista. En su salida, la entidad le ha reconocido "sus años de servicio y su impecable trayectoria profesional". Tras el nombramiento de García Lurueña, Gregorio Villalabeitia quedará como presidente cobrable pero no ejecutivo. Esto es, el día a día lo llevará el consejero delegado y el consejo, el presidente, que tampoco tendrá mando en la Fundación Bancaria Kutxa, en cuya dirección continúa Xabier Iturbe. En resumen, con el nombramiento de García Lurueña se cumple una de las peticiones del Banco de España que, por otra parte, no parecía tener una gran confianza con don Gregorio. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com