• La cumbre europea del lunes es clave: el Gobierno heleno confía en que tenga la llave para desatascar las negociaciones.
  • Mientras, el miedo aflige, dentro de Grecia (temen un corralito) y en el resto de países: salvo Reino Unido, todos reman a favor.
  • En España, Roldán (AEB) Restoy (Banco de España), Elvira Rodríguez (CNMV) o Joaquín Almunia no se 'imaginan' el escape griego.
  • El BCE aumenta temporalmente el límite máximo de ayuda de emergencia a los bancos griegos a la espera de que se redibuje el laberinto heleno.
Lo último en el culebrón griego es lo que ha dicho este viernes el primer ministro, Alexis Tsipras, que confía en alcanzar un acuerdo que "permitirá a Grecia volver a crecer con el euro". Y a esa percepción se agarra el resto de Europa, que no se atreve ni a plantearse lo que pasaría en caso contrario. La posibilidad la dejó abierta el Banco de Grecia con su aviso de que si no hay acuerdo, el país entrará en suspensión de pagos y saldrá del euro. Es mucho decir lo que dice Tsipras, desde luego, después de que el Eurogrupo no alcanzara un acuerdo, ayer jueves, para tratar de desbloquear el rescate. Ahora bien, todo hay que decirlo: Tsipras basa su hipótesis en que las negociaciones han quedado en manos de los jefes de Gobierno y Estado de la UE, que, saben, se reunirán de urgencia el próximo lunes. Esa cumbre pretende evitar el pánico y que se abra la vía para que Grecia pague los 1.500 millones que debe pagar al FMI el 30 de junio. Ese día concluye la prórroga del rescate. Entre los dirigentes europeos es clamor el unánime para que Grecia siga en el euro. El único pesimista de verdad ha sido el ministro de Finanzas británico, George Osborne, que pronostica que hay que "estar preparados para lo peor". Angela Merkel, sin embargo, avanza que Alemania negociará "hasta el último minuto", aunque para ello el paíse deberá comportarse "definitivamente" como hicieron otros países en el pasado: España, Portugal o Irlanda en el pasado. Y en el mismo sentido se ha pronunciado el presidente galo, François Hollande. Grecia debe a Alemania y Francia 45.500 millones y 34.000 millones, respectivamente. A España, 26.000 millones. Pero el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado que España no necesita ningún plan de contigencia si Grecia sale del euro. Tsipras, que se ha desplazado a Moscú para un encuentro con Putin, ha señalado a través de un comunicado, sin embargo, que "los que invierten en la crisis y en escenarios de terror se verán refutados. Habrá una solución basada en el respeto de las normas de la UE". En Santander, en el marco de los cursos de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), se han escuchado voces que se unen a ese grito unánime para que Grecia no salga del euro. El presidente de la AEB, José María Roldán, mostró ayer su preocupación "por estar entrando en terrenos inexplorados" y que "es mejor que Grecia se mantenga en el euro". En la misma línea, este viernes, el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, insistía en que "no hay que caer en la trampa de que cualquier acuerdo con Grecia es mejor que un no acuerdo". O ayer, el comisario Joaquín Almunia, que también cree que Grecia no saldrá del euro y que se habilitará una línea de emergencia si es necesario para evitar el default. O esta mañana también Elvira Rodríguez, presidenta de la CNMV, que desea el acuerdo aunque sea difícil una "solución ideal". Sea como fuere, el suspense griego amenaza la estabilidad financiera: provoca miedo, también con una cierta dosis de irracionalidad. Es un hecho: el país que representa el 2,5% de PIB europeo está dejando en jaque, eso parece, al resto de los países que representan el 97,5% de ese mismo PIB. El susto en Grecia se traduce en retirada de fondos de los bancos: entre el lunes y el miércoles, unos 2.000 millones, con lo que se habría agotado la última ampliación de la línea de crédito, de 1.100 millones, del Banco Central Europeo, aprobada hace dos días. Y hasta este viernes, otros 2.000 millones. Por eso el Banco Central Europeo ha aprobado hoy el aumento temporal del límite máximo de ayuda de emergencia que concede a los bancos griegos, aunque no se ha revelado la cantidad. Es mejor eso que un corralito como en Argentina: algo tan práctico como que de un día a otro no puedes sacar dinero de un modesto cajero de barrio. Las reuniones para redibujar el laberinto griego seguirán este fin de semana a todas las bandas para preparar la cumbre del lunes: en el Eurogrupo, entre las instituciones de la troika (Comisión, FMI y BCE), en contactos bilaterales. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com