• En tres meses, de diciembre a marzo, revisa al alza su previsión de crecimiento en 2015 del 2% al 2,8%.
  • Encuentra razones internas, mayor consumo y condiciones de financiación más cómodas, y externas: la zona euro promete.
  • El gran lastre, aunque mejora, es la brutal tasa de paro: todavía en 2016 seguirá en el 20%.
  • El escenario, más prometedor, ya se ha notado en el primer trimestre, con un alza del PIB intertrimestral del 0,8% y anual del 2,5%.

El Banco de España da un viraje importante en sus nuevas previsiones de crecimiento, mucho más optimistas: el panorama ha cambiado tanto por factores internos -aumento del consumo y mejora de las condiciones de financiación, fundamentalmente- como por lo que viene de fuera, de la zona euro. En fin, motivos suficientes para revisar al alza nada más y nada menos que ocho décimas el crecimiento de la economía en 2015. Lo que en hace tres meses, en diciembre, era un 2%, es ahora, un 2,8%. Estupendo.

Los datos están contenidos en el boletín económico de marzo del banco emisor, que explica cómo después de "varios trimestres de atonía, la recuperación económica del área del euro parece haber ganado cierto vigor en los primeros meses de 2015, impulsada por la mejora continuada de las condiciones financieras y de la confianza". Y, claro, esa mejora da alas también a la economía española, no sólo este año, sino en 2016, para el prevé un aumento del PIB hasta 2,7%.

¿Razones?: "El vigor de la demanda interna privada y el progresivo fortalecimiento de las exportaciones", dice textualmente. Mejora, en suma, el consumo de los hogares, más alegres por incremento de las rentas nominales como consecuencia de la reforma fiscal, la caída de los precios del petróleo y el descenso de la tasa de paro. Para este año y el próximo, prevé que el empleo crezca un 2,7% y 2,6%, respectivamente. Pero, atentos, todavía en 2016 la tasa de paro seguirá en el 20%. La curva ascendente ya se ha notado en el primer trimestre, con un crecimiento del 0,8% respecto al último de 2014 y un 2,5% en comparación al inicio de 2014.

A juicio del Banco de España, también seguirá mejorando la inversión en vivienda (con tasas medias de crecimiento anual del 4,2% en 2015 y del 6,6% en 2016) y la inversión de las empresas, que tienen más fácil el acceso al crédito. Vamos, que los bancos se lo piensan lo mismo pero ya no ponen tantas pegas. El efecto del gasto público será neutro porque apenas varía ( 0,4%), pero "la inversión pública experimentaría ligeros avances" tras cinco años seguidos a la baja.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com