• La infanta seguirá coordinando las relaciones internacionales de La Caixa desde Ginebra.
  • En la entidad recuerda que la hermana del Rey ha resultado absuelta.
  • En paralelo, el Gobierno le para los pies a la Reina Letizia: lo más posible es que Urdangarín no entre en prisión.
  • También porque Horrach se he rebelado contra las órdenes del fiscal general, José Manuel Maza.
  • Al final, la pregunta es: ¿la pena de telediario, esto es, el escarnio público, es suficiente castigo para el señor Urdangarín?
  • Ahora, lo único que queda es recomponer las dos cosas que se han roto: la Familia Real y la antaño nítida distinción entre justicia y venganza.
Cada vez son más los españoles que consideran que la Infanta Cristina ya recibió suficiente pena con su exhibición pública como presunta delincuente. Y aún más asombroso: ya son más los que consideran que el Iñaki Urdangarín también ha tenido lo suyo y ya no debe entrar en prisión. En cuanto al fiscal del caso, Horrach, siempre lo ha tenido claro: la infanta Cristina era inocente, su esposo, Iñaki Urdangarín era culpable. El juez Castro, por ejemplo, pensaba que ambos eran culpables. Eso sí, ahora que se ha producido la sentencia y que la sala compuesta por tres magistradas, por unanimidad aunque tras un largo debate, ha reducido la condena por puesta por el fiscal Horrach de 19 años a seis. Ha surgido la discrepancia. Aunque desde Zarzuela, la Reina Letizia insistía en que su concuñado debía entrar en prisión, lo cierto es que el Fiscal General del Estado, Juan Manuel Maza, no ha conseguido doblarle el pulso a Pedro Horrach. El fiscal de Baleares considera que los seis años se componen de una acumulación de penas, sólo una superior a dos años, la prisión preventiva queda en entredicho. En cualquier caso, serán los jueces quienes decidan. Y todo esto, guerra de reinas aparte, entre SM doña Sofía de Grecia y SM doña Letizia Ortiz, tiene una repercusión primera y clara: independientemente de lo que se decida en la vista del jueves, sobre el futuro inmediato de Diego Torres e Iñaki Urdangarín, lo cierto es que la infanta Cristina seguirá residiendo en Ginebra y seguirá trabajando para Caixa como coordinadora de relaciones con los organismos internacionales con sede en Ginebra (cuidado, infanta, hay mucho maligno en los organismos internacionales de esa ciudad). Además, La Caixa entiende que no hay ningún motivo para prescindir de los servicios de la infanta Cristina, pues ha resultado absuelta. La situación se va aclarando. Ahora, lo único que queda es recomponer las dos cosas que se han roto: la Familia Real y la antaño nítida distinción -hoy me temo que inexistente- entre justicia y venganza. Eulogio López eulogio@hispanidad.com