• Mariano Rajoy tiene margen para recuperar votos, incluso tiene tiempo, pero le faltan ganas y apoyos.
  • Y Soraya vuelve a su versión adolescente: ¡Qué feliz soy que mantengo el cargo!
  • Bajará la tarifa de la luz y se prejubilarán mineros. Bien por lo primero, fatal por lo segundo.
  • A cinco meses de las elecciones, el PP pasa de tecnócrata a humanitario. ¡Encomiable!
  • Fondo para la pobreza de 32 millones de euros.
  • Uno tiene la sensación de que ni aunque Rajoy se disfrazara de Rey Mago y regalara un Lexus a cada uno de los españoles cambiaría el sentido del voto.
Consejo de Ministros del 10 de julio. Una sesión importante, pues se aprobaba el cuadro macroeconómico para 2016, es decir, la plantilla de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, comparecía junto a los ministros Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, e incluso no habría pasado nada porque estuviera allí el ministro de Energía, José Manuel Soria, concernido por las resoluciones del Consejo. Sólo que Soria se entiende mal con la vicepresidenta. Ahora bien, lo que revoleteaba en el ambiente era la Conferencia política del PP del fin de semana. Escribo antes de que se produzca pero me atrevo a apostar: servirá para bien poco. El sino de Mariano Rajoy es que preside un Gobierno y un partido incapaces de entusiasmar a nadie. Empezó decepcionando con el comportamiento a lo Groucho Marx: "Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros". Ejemplo: el aborto… ¡que todavía no se ha aprobado! Y lo malo es que el Ejecutivo no es un equipo de malos gestores. Comparados con los Solbes y Salgado de Zapatero, con los socialistas, los Guindos, Montoro, Soria incluso Pastor, por no hablar de Margallo y Fernández, son verdaderos genios. Pero la gente, aunque Rajoy no lo entienda, no sólo vive de pan. Además, el éxito de un ministro no es que la economía mejore sino que las economías particulares mejoren. Y puede no ser lo mismo. En la España de hoy, no lo es. Entendámonos: Mariano Rajoy tiene margen para recuperar votos, incluso tiempo, pero le faltan ganas y apoyos. En ese escenario, anuncias una reducción de impuestos porque sí, porque tienes margen, y nadie te aplaude. Anuncias una rebaja de la factura de la luz y la gente responde: "¡Ya era hora!". Además, Rajoy, en ese intento de remontada de urgencia, no cuenta con apoyos. Se ha dado cuenta y, como decíamos ayer, el gallego ha tirado la toalla. Su segunda, Soraya Sáenz de Santamaría ha vuelto a su versión adolescente: ¡Qué feliz soy que mantengo el cargo! ¡Les ha vuelto a ganar: a Loli (Dolores de Cospedal) por la mano, y Margallo y a Ana Pastor, que han fracasado en su intento de quitarme el cargo. Sí, no será candidata a La Moncloa porque Rajoy se empeña, como los faraones, en ser enterrado con todos sus servidores, pero al menos habré sido vicepresidenta durante toda la legislatura. Y esto es bello e instructivo. La que quería llegar a ser la primera presidente del Gobierno de la historia de España, la discípula de Merkel, feliz por mantener el cargo contra las asechanzas de su enemigo. Que gane o pierda el PP sólo le preocupa en cuanto le afecte a ella. A día de hoy, Rajoy sólo cuenta con un aliado, en Génova y en Moncloa: Jorge Moragas. Total, que Rajoy ha decidido convertirse en el samaritano caritativo, que dedica 32 millones de euros a las familias más necesitadas, bajo el título de fondo para la pobreza, denominación que roza la cursilería. Pero ya saben, el PP ha pasado de tecnócrata a humanitario, a 3 meses de las elecciones. Eso sí, seguimos presumiendo de macro: Soraya, siempre tan original, nos repite lo que ya nos ha repetido su jefe de filas, el presidente: la zona euro crece al 1,5%; España, a más del doble. Es más, "al Gobierno le toca ahora devolver a la sociedad española los esfuerzos realizados durante la crisis". Hermoso, muy hermoso. Por ejemplo, decreto de Medidas Urgentes para reducir la carga tributaria del IPRF. Que sí, que nos van a bajar el IRPF, aunque no con dos bajadas a lo largo del año van a equilibrar lo que subieron el aciago 1 de enero de 2012. Es igual, la salmodia continúa: "bajan las retenciones para 20 millones de ciudadanos…. a partir de la nómina de agosto, algunos en julio", ofrece Montoro, como si estuviera vendiendo un crecepelo. Es más, "reduciremos los embargos de ayudas públicas" y las suprimimos para los más menesterosos: escuela, techo, etc. Algo más relevante: el Ejecutivo baja la luz según ese mismo decreto. Se ha eliminado el déficit de tarifa, así que se producirá una bajada media del 2,1% (2,2% para el consumidor doméstico). También se reducen la burocracia para instalar placas solares en domicilios (lo que puede resultar muy eficaz) para el autoconsumo eléctrico. Otra medida tan solidaria como peligrosa: adelantar las prejubilaciones en el sector minero. Pues muy mal. Lo que tienen que hacer es prohibir todo tipo de prejubilaciones, que son un cáncer, y ofrecer una salida a la mano de obra sobrante de la minería. En el trabajo activo, no en pre-pensión. Respecto al cuadro macroeconómico, poco que decir. Guindos insiste en recalcar las mejoras de la economía española, pero ni en sus previsiones esas mejoras se traducen en empleo. Vamos ahora con Cristóbal Montoro y su límite de gasto para 2016. Para el próximo año, el conjunto de las administraciones públicas deben cerrar en el 4,2% de deuda sobre PIB. En 2018, el déficit total debe estar en el 0,3%. Para esa fecha, CCAA y ayuntamientos deben tener el 0,0% y la Administración central el 0,2%. Es decir, déficit cero. Pero queda tanto tiempo… Vamos con la deuda pública. En 2015 hay que cerrar en el 98,9% y en 2016 en el 98,5%. Una barbaridad. Lo que ocurre es que nos hemos acostumbrado a que lo habitual sea la barbaridad. En cualquier caso, Montoro advierte: el presidente del Gobierno no va a cambiar su política presupuestaria. Techo de gasto para 2016: ingresos tributarios: 193.000, un 4% más. Ingresos después de la cesión a las CCAA y ayuntamientos: 134.773 (0,8% más). Y unos 123.394 de límite de gasto no financiero: un 4,4% menos. ¿Qué quiere decir todo esto? Que avanzaremos poco a poco. Y ojo, sin concesiones liberales: los ingresos fiscales hasta mayo crecieron un 7,4%. Sobre todo, los ingresos directos de IRPF e impuesto de sociedades. A pesar de la rebaja del IRPF, cuya recaudación no está cayendo. En definitiva, bajan los tipos pero el Estado sigue siendo cada vez más grande. O si lo prefieren: esta generación paga los dispendios de la anterior. La rebaja media final de la reforma del IRPF será del 12,5%. Pero insisto: todavía no nos hemos recuperado del subidón del 1 de enero de 2012. Total: que uno tiene la sensación de que ni aunque Rajoy se disfrazara de Rey mago y regalara un Lexus a cada uno de los españoles cambiaría el sentido del voto. Eulogio López eulogio@hispanidad.com