El expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha comenzado a declarar este miércoles en el juicio de la pieza política de los ERE. Se enfrenta a seis años de cárcel y 30 de inhabilitación por prevaricación y malversación.

El expresidente de la Junta de Andalucía entre 2009 y 2013 y exconsejero de Hacienda entre 2004 y 2009 ha asegurado, a preguntas del fiscal, que siendo consejero de Hacienda «no conocía» el programa presupuestario 31L, al que se cargaban las ayudas bajo sospecha, y que ha conocido la partida con ocasión de que «ha surgido esta causa». «No se puede llegar a ese nivel detalle a nivel de consejero», ha puntualizado, recoge ABC.

El expresidente andaluz también se ha ratificado en su declaración como imputado en el Tribunal Supremo el 9 de abril de 2015. Entonces aseguró que no había recibido los informes de la Intervención de la Junta de Andalucía que cuestionaban el procedimiento de pago de las ayudas.

No se puede llegar a ese nivel de detalle a nivel de consejero

También admitió que lo que ha ocurrido con los citados fondos es una «barbaridad» y que todas las ayudas han tenido una gestión poco rigurosa y merecen un reproche «político y penal». «Por cierto me ratifico en esa declaración del Supremo», ha afirmado antes incluso de que el fiscal Anticorrupción le preguntara por ello. Al salir de su declaración, Griñán indicó a los periodistas que «no hubo un gran plan, pero sí un gran fraude» y eso significa que «alguno de los controles pudo fallar».

Este ex alto cargo ha comenzado a declarar a las 10.45 horas después de que el exconsejero de Empleo, Antonio Fernández García, se acogiese a su derecho a no contestar a las preguntas del presidente del tribunal, José Antonio Calle Peña, argumentando que se siente «tenso y aturdido» y «no me veo en condiciones de prestar unas declaraciones con plenas garantías».