Jessica Doty Whitaker, de 24 años murió en un tiroteo en Indianápolis. Al parece, la joven -madre de un niño de 3 años- caminaba por el Paseo del Canal de Indianápolis con su prometido, José Ramírez, y otras dos personas alrededor de las 3 de la madrugada del 5 de julio cuando alguien en su grupo usó un insulto racial,informó Fox 59 .

Un grupo de extraños cercanos escuchó el comentario y se enfrentó al grupo de Whitaker. Ramírez alegó que el grupo gritó "Black Lives Matter", a lo que, según los informes, Whitaker u otra persona de su grupo respondió: "All Lives Matter" ("Todas las vidas importan").

Se produjo una breve discusión hasta que ambas partes se separaron después de darse cuenta de que la otra estaba armada, informó Fox 59. Ramírez afirmó que ambas partes lograron resolver el argumento antes de separarse.

Pero minutos después, según los informes, alguien abrió fuego desde un puente cercano y alcanzó a la joven antes de huir.

Todavía hay muchos aspectos de la investigación por aclaras pero sucesos como este demuestran que, después de que un policía salvaje asfixiara a George Floyd, nos encontramos en un punto que nos lleva a plantearnos varias cuestiones: por ejemplo, ¿justifica ese acto de brutalidad policial la utilización del racismo como método de tiranía?, ¿o el saqueo de los negocios de ciudadanos anómimos? ¿o el derribo de estatuas? Por supuesto, que las vidas negras importan pero ¿no es cierto que al final la vida de toda persona importa? La de George Floyd ciudadano negro o la de Jessica Whitaker, ciudadana blanca y también las del resto de ciudadanos del mundo.