• Los Entrecanales aumentan así su presencia del 39% a casi el 80%, pero la CUP ha exigido la estatización de Aigües Ter-Llobregat.
  • Han pagado unos 60 millones al banco brasileño, que optó por vender su parte urgido por la falta de liquidez.
  • Además, el futuro de ATLL es incierto por los recursos contra la adjudicación a Acciona. El Supremo podría anular la concesión.
Acciona, la empresa que preside José Manuel Entrecanales (en la imagen), ha recibido la autorización de Competencia (CNMC) para comprar la participación del banco brasileño BTG Pactual en Aigües Ter-Llobregat (ATLL), lo que aumenta hasta casi el 80% el control sobre esa firma. Eso sí, ha tenido que pagar unos 60 millones de euros, que no es poco. Ahora bien, lo más probable es que lo que compra ahora tendrá que venderlo más tarde. Y es que ATLL, como les hemos explicado en Hispanidad, es una empresa cada vez más amenazada desde que la CUP, decisiva para que Junts pel Sí gobierne Cataluña, ha exigido su estatización. Así se contempla en el acuerdo que ha permitido a Puigdemont ocupar el sitio de Artur Mas. Y a eso se añade el futuro incierto de la concesión en sí para gestionar el servicio de abastecimiento de agua a 4,5 millones de catalanes. ATLL fue adjudicada a Acciona en 2012 en una concesión para 50 años, pero desde entonces ha vivido un escabroso proceso judicial con recursos tanto de la Generalitat como de Agbar. La decisión última está en manos del Tribunal Supremo, que podría anular la concesión, que es lo mismo que falló este verano el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Los brasileños de BTG Pactual decidieron hacer las maletas y vender su 39% a Acciona en diciembre, pero estaban hartos de los Entrecanales desde hace mucho más tiempo. De hecho, llevaban más de dos años pidiéndoles que llegaran a un acuerdo con Agbar para desatascar la situación. Pero todo se precipitó con la propia crisis de BTG Pactual, obligado a vender activos para afrontar sus problemas de liquidez. Las desinversiones llegaron, además, por los escándalos de corrupción que salpicaron al grupo, cuyo su presidente, Andrés Esteves, tuvo que dimitir. La Comisión de los Mercado y de la Competencia ha autorizado la operación en primera fase y la participación de los Entrecanales en ATLL aumenta así a casi 80%. El resto del capital está en manos de inversores particulares, entre ellos las familias Godia y Rodés, con un 5% cada una. Pero la gran amenaza que pesa sobre ATLL está en la CUP, el mimbre imprescindible para que Puigdemont sea presidente hoy de la Generalitat. Ya les explicamos que la CUP exige estatización y que Junts el Sí aceptó que la gestión del agua se decida en un proceso constituyente, en el que se cuestione el modelo de concesión. Ese extremo aparecía, en concreto, en el punto 19 de 'Otras medidas' de la propuesta que finalmente acepó la CUP. Otra cosa es lo que eso supondría esa marcha atrás en forma de indemnizaciones. Ha sido el ex consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, quien ha apuntado más directamente a ese problema, que no es otro que quien lo paga. Mas-Colell cifró en no menos de 326 millones de euros lo que tendría que pagar la Generalitat para arrebatar la gestión de ATLL a Acciona. Y la cosa, en eso de las finanzas catalanas, no está para tirar cohetes. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com