Sr. Director: Llevamos demasiado tiempo escuchando que la crisis demográfica lastrará de forma decisiva el futuro de nuestro sistema de bienestar y nos arrastrará hacia un horizonte de inestabilidad en algunas de las conquistas que pensábamos que estaban consolidadas. La pregunta sigue siendo por qué no existe una voluntad política de afrontar, de una vez por todas, el problema demográfico que va a afectar a toda la sociedad. Una voluntad que debiera superar los clichés de izquierdas y derechas, en orden a revertir esta situación. Es urgente un pacto de Estado sobre demografía que incluya un plan integral de atención a la familia. Estamos ante un problema de gran calado cultural y social que no se resolverá sólo con leyes, pero la política, no lo olvidemos, también tiene que hacer su parte. Y, es que una vez más, estos datos producen una sensación de impotencia. Jesús Domingo