Sr. Director:

Sucesos como el provocado por el avión estrellado en una pared de los Alpes nos resultan incomprensibles y nos llenan de angustia.

Pero todos tenemos experiencias sencillas y radicales de una positividad que quiere imponerse incluso más allá de la muerte. El mismo hecho de que existamos es consecuencia de haber sido queridos. En nuestra tradición hay un anuncio que se repite insistentemente desde hace 2.000 años: ha habido Uno que ha resucitado para que nada acabe en la nada.

Domingo Martínez