Sr. Director: El último fin de semana de junio, el yihadismo extendió su terror, con pocas horas de diferencia, desde Kuwait hasta Francia, pasando por Túnez. No hay lugares, símbolos o personas que sean consideradas sagradas o inviolables para los terroristas. Una mezquita, un hotel y una fábrica han sido los lugares escogidos durante el Ramadán para asesinar de manera inmisericorde a víctimas inocentes, con la única intención de sembrar el terror creando un clima de incertidumbre y miedo generalizado al que nos está acostumbrando. JD Mez Madrid