Sr. Director: En los últimos días de junio se ha publicado un interesante análisis sobre el deterioro de la educación cívica de los españoles, cada vez más "asilvestrados", que se refleja sobre todo en las redes sociales. Seguramente las razones que explican estos cambios son múltiples, pero entre ellas destaca la escasa transmisión de la tradición en la familia y en la escuela, así como la zafiedad cultural masivamente difundida a través de ciertos medios de comunicación. Un importante reflejo de esta ausencia de pautas cívicas que hacen posible la convivencia, lo comprobamos en las redes sociales, que a veces se convierten en vertederos de insultos, cuando no de resentimientos amparados por el anonimato. En todo caso lo que denominamos "buena educación" no puede ser nunca un mero formalismo, sino la expresión adecuada de un sentido compartido del bien de nuestra vida en común. Eso es lo que seguramente hemos perdido, y de ahí la profundidad de la crisis que atravesamos. Jesús Domingo