Sr. Director:

Iniciamos el año con una noticia difundida con extremado optimismo por los medios de comunicación: nuestro Gobierno progresista ha conseguido un preacuerdo sobre Gibraltar que a todos conviene y satisface, porque con él desaparecerá la verja y se facilitarán los desplazamientos de los «cerca de 14.000 españoles» que dicen que trabajan allí. Y para demostrar la felicidad de éstos, nos exhiben algunos de sus testimonios e incluso el de un empresario -con intereses lucrativos en la Roca- que andaba acongojado antes del preacuerdo, porque sus camiones llevaban unos días parados y sin poder realizar su negocio.

¿Su negocio? Recoger la basura que genera Gibraltar para traerla y vaciarla fuera de allí. Un gráfico ejemplo del aroma que esparce entre nosotros una colonia paraíso fiscal que ha crecido a base de variados chanchullos y negocietes «exentos» de tributación. También han dicho las noticias, pero más bajito, que procedente de Gibraltar nos han colado una nueva cepa del Covid mucho más contagiosa. Ante esta última muestra de generosidad, sólo cabe besarles agradecidos la mano a esos señoritos dueños de medio Sotogrande, cuyo interés, sin duda, es la creación de más empleo en el ámbito de los negocios funerarios españoles. Un interés, por cierto, muy afín con el de nuestro eficaz Gobierno de progreso.