Sr. Director: Son muchos los síntomas de pérdida de sentido de la vida que están presentes en nuestra sociedad. Incluso se habla de generaciones perdidas que no tienen la posibilidad de ser protagonistas del cambio y del progreso social. Los recientes casos de muerte dentro de los entornos familiares, que estos días han centrado la atención informativa, nos recuerdan a dónde conduce la falta deesperanza. La invitación del Papa Francisco a una vida plena no es un mensaje utópico sino la propuesta de un reto que da respuesta al natural inconformismo de la juventud. Un reto que pasa por la amistad con la persona de Jesucristo en la Iglesia. Una amistad, que como ha señalado el cardenal Ricardo Blázquez en la homilía de clausura del Encuentro Europeo de Jóvenes, permite afrontar con reciedumbre los desafíos de nuestro tiempo. Juan García