Sr. Director:

El Papa Francisco se ha dirigido recientemente a los obispos del Mediterráneo, en la Basílica de San Nicolás de Bari, con ocasión del Encuentro “Mediterráneo, frontera de paz”. El Mare Nostrum es el lugar físico y espiritual en el que se formó nuestra civilización, como resultado del encuentro de diferentes pueblos. En ese mismo epicentro de profundas líneas de ruptura y de numerosos conflictos, estamos llamados hoy  a ofrecer nuestro testimonio de unidad y paz, y a hacerlo a partir de nuestra fe y de la pertenencia a la Iglesia, preguntándonos qué contribución podemos ofrecer a los demás. El anuncio del Evangelio no puede separarse del compromiso por el bien común y nos empuja a actuar como perseverantes constructores de la paz. En la actualidad el área del Mediterráneo está amenazada por muchos focos de inestabilidad y de guerra, pero la guerra es contraria a la razón y se presenta como el fracaso de todo proyecto humano y divino. Debemos empeñarnos en la búsqueda del bien común, el otro nombre de la paz. Y debemos hacerlo cambiando la mirada, poniendo en el centro de esa búsqueda a los que sufren y a los más débiles.