Sr. Director: El penúltimo fin de semana de junio se ha publicado en un medio de tirada nacional un interesante análisis del sociólogo Alejandro Navas sobre el deterioro de la educación cívica de los españoles, cada vez más "asilvestrados" como consecuencia directa de la erosión de la vida familiar y del sistema educativo. Ahora queda por analizar hasta qué punto los nuevos comportamientos que aparecen en la sociedad han influido en el perfil de un populismo que tiene a gala el desprecio a lo que siempre se han considerado "buenos modales" como la cortesía o la ausencia de palabras malsonantes, que han formado una parte importante de nuestra cultura cívica. Seguramente las razones que explican estos cambios son múltiples, pero entre ellas destaca la escasa transmisión de la tradición en la familia y en la escuela, así como la zafiedad cultural masivamente difundida a través de ciertos medios de comunicación. Jesús Martínez