En la mañana del post 1-O, el lehendakari Íñigo Urkullu (en la imagen), exigía un referéndum pactado para Cataluña y otro para Euskadi. Sí, se trata de dos referendos: en uno votarían los catalanes y nadie más; en el otro, los vascos y nadie más. ¿Y el resto de españoles? ¡Qué les den! Lo de siempre, el PNV aprovecha cualquier  debilidad del Gobierno español para arremeter contra España, sea para obtener dinero, sea para obtener poder. Una vez más, como en la II República, el PNV ha traicionado a los españoles. Y estamos llegando a un momento en que lo único que servirá será un cambio constitucional, no hacia un Estado más autonómico, sino para un Estado mucho más centralista. Hispanidad redaccion@hispanidad.com