Miren ustedes por dónde: a Bruselas tampoco le gusta el modelo público español de la red eléctrica española y de la red de gas. Una generación atrás, todo el mundo estaba de acuerdo en que las infraestructuras, especialmente las básicas (agua, luz, gas, carreteras, ferrocarril, aeropuertos) deberían pertenecer al Estado y que sobre ellos competirían operadores privados. Cuando se perdió tan bello principio empezaron los problemas. Pero es que encima, tano Red Eléctrica como Enagás, a las que Bruselas acusa de monopolio (claro las redes troncales suelen ser un monopolio: ¿Para qué hacer dos?) se privatizaron y se cedieron a fondos de inversión, muy preocupados porque los españoles dispongan de buenos servicios: en cuanto pueden hacen plusvalía y salen corriendo. Con esta ocurrencia de Bruselas pasa lo mismo que con la acción de oro y la privatización de empresas públicas. Los franceses no privatizaron y Bruselas se calla. Los españoles sí, pero dejaron la 'minidefensa' de la acción de oro: entonces Bruselas arremete contra España y le acusa de monopolio en luz y gas. Pues claro: porque la red debería ser un monopolio público. Lo que no debería estar en manos de fondos, sino del propio Estado. En cualquier caso, en Bruselas tienen mucha cara. Podíamos hacer el 'Espexit'. Desde luego, los independentistas catalanes votarían en contra. Ellos son Europa, no España. Eulogio López eulogio@hispanidad.com