Abel Caballero monta en cólera contra el "antimunicipalista" Montoro y olvida las goteras del tejado. Es cierto que los ayuntamientos han sido la única administración pública que se ha ajustado el cinturón para cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria. Es más, en 2016 tuvieron superávit de 7.000 millones, equivalentes al 0,64% del PIB. Pero de ahí a rebotarse contra los Presupuestos del "antimunicipalista" Montoro va un abismo. El epíteto se lo ha colgado Abel Caballero, alcalde socialista de Vigo y presidente de la FEMP, porque el perverso ministro mantiene que ese excedente se destine a amortizar deuda o a gasto sostenible; es decir, al mantenimiento de infraestructuras, asfaltado, alumbrado, jardines y demás. No para volver a la dinámica de construir piscinas o pabellones que no pisa ni Blas. Hombre, don Abel, lo primero que habría que preguntar es de dónde procede tan buena noticia (todo superávit, que es ahorro, lo es). ¿No será de lo mucho que tiene que pagar el ciudadano de a pie por el IBI y tantos impuestos municipales por todo lo que se mueve? Si las autonomías y el Estado hicieran lo mismo -no en los impuestos sino en el control del gasto-, no nos comerían como ahora los intereses de la deuda, que también ahogan a muchos ayuntamientos. Pero es que, además, don Abel, hay que mirarlo todo, ¿o no? Que están muy bien las políticas municipales eficientes, pero pasa como con los edificios, que hay que mirarlo todo, de abajo arriba. Si uno se atiene sólo a la planta baja, sin tener en cuenta que hay dos más, las goteras en uno u otro también afectarán al resto. No es para decir que todo Montoro es un "agravio intolerable" o "un atentado contra la dignidad" (de los ayuntamientos, naturalmente). Hispanidad redaccion@hispanidad.com