Trump no lo ha hecho mal en Israel. A Netanyahu le ha dicho lo que no quería oír. Al Gobierno de Jerusalén le ha advertido que hay que volver al diálogo con los palestinos. Al presidente Mahmud Abbás le recordó que no habrá paz si se tolera o se financia la violencia. Y esto está muy bien. Lo que no está tan bien es que, durante la etapa anterior de su viaje, en Arabia Saudí, formará la venta de armas a la tiranía de Riad por 100.000 millones de euros. Así se fomenta la violencia en un régimen verdaderamente repugnante. Hispanidad redaccion@hispanidad.com