Declaraciones así, es cierto, sorprenden, especialmente en una España tan acomplejada como la actual. Las ha realizado este jueves en el Congreso Consuelo Madrigal (en la imagen), la nueva fiscal general del Estado.

Madrigal se ha sometido al 'test' de los diputados antes de su nombramiento oficial por el Consejo de Ministros. Le han preguntado sobre muchas cosas y ha contestado sin irse por las ramas. Y así se ha definido, por ejemplo como "católica sin orgullo y sin vergüenza" y ha contado que practica su religión en su parroquia más cercana. Respondía así, vaya por Dios, a la curiosidad del representante de Izquierda Unida Gaspar Llamazares. Lo extraordinario en este caso está en lo que brilla por lo que suele esconder, a pesar de tanto contaminante o ausente.

Consuelo Madrigal ha dicho también que su "perfil no es político, sino profesional" y ha dado su versión sobre el problema de la corrupción. Ha propuesto, en concreto, la creación de unidades de investigación para apoyar la investigación de los distintos casos. Esas unidades, ha añadido, estarían integradas por fiscales, policías, técnicos de Hacienda, Intervención General o el propio Banco de España. Esa será una de las prioridades, ha insistido, lo cual, es consolador.

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