Y otros miembros de la familia Pujol, a un paso de entrar en prisión. La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell a punto de acabar en el banquillo. Y Lluis Llach, un tipo que canta muy bien, asegura que el Gobierno catalán sancionará a los funcionarios que no cumplan con la ley de transitoriedad. En definitiva, que en Cataluña empieza imperar la ley de la selva por ausencia de ley. Cuando no existen normas mayoritariamente aceptadas cada uno hace lo que le viene en gana pero lo que le viene en gana suele acabar por molestar a quien es más fuerte que tú o puede convocar a los que son más fuertes que tú. Ergo, la ley de la selva. Y la razón es la de siempre: que una independencia no puede convertirse en una religión. Hispanidad redaccion@hispanidad.com