• El presidente-dictador venezolano sólo autorizó que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) acudiera como observador internacional, rechazando la presencia de otras entidades multilaterales como la Organización de Estados Americanos (OEA).
  • Pero la presencia de la Unasur también peligra por no haber condiciones para "una observación adecuada".
  • La falta de observadores internacionales aumenta la incertidumbre en los comicios.
Las elecciones parlamentarias de Venezuela se celebrarán el 6 de diciembre de 2015 para renovar todos los escaños de la Asamblea Nacional de la República. Los diputados electos durarán cinco años en el ejercicio de sus funciones, por el período constitucional comprendido entre el 5 de enero de 2016 y el 5 de enero de 2021. En esas elecciones, el actual Gobierno del presidente-dictador Nicolás Maduro (en la imagen) se juega sus cartas para continuar con el legado que dejó el difunto Hugo Chávez, líder de la revolución bolivariana. Pero la incertidumbre sobre la transparencia en el proceso electoral venezolano aumenta al aproximarse el día de las elecciones, por la creciente retirada de distintas organizaciones de observadores internacionales, informa Los Tiempos. En septiembre pasado, 31 exmandatarios iberoamericanos, entre los que se encuentran los expresidentes de Chile, Sebastián Piñera, Eduardo Frei y Ricardo Lagos, denunciaron el deterioro de las garantías democráticas en Venezuela y reclamaron observadores internacionales. Pero a mediados de octubre, el Gobierno de Maduro sólo autorizó que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) acudiera como observador internacional, rechazando la presencia de otras entidades multilaterales como la Organización de Estados Americanos (OEA). Pero incluso la presencia de Unasur en los comicios comenzó a perder fuerza una semana más tarde, después de que la autoridad electoral brasileña decidiera el 21 de octubre salirse de la misión que enviará la organización a Venezuela para las elecciones legislativas, al considerar que no hay condiciones para "una observación adecuada". En agosto, el Centro Carter, organización estadounidense de defensa y promoción de la democracia, anunció el cese de sus labores de observación electoral en el país. El centro, fundado por el expresidente de EEUU, Jimmy Carter (1977-1981), dijo que "seguirá monitoreando el desarrollo del actual proceso político venezolano desde su sede en Atlanta". El pasado lunes, la plataforma opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reiteró su negativa a firmar un acuerdo elaborado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) por el que las fuerzas políticas se comprometen a aceptar los resultados de las elecciones parlamentarias de diciembre. El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, aseguró que ese acuerdo, que suscribió el presidente venezolano, Nicolás Maduro, no recoge las propuestas de los opositores, por lo que, a su juicio, carece de seriedad, consignó Efe. Y a todo ello se añade que Maduro ya ha anunciado que "si la oposición gana las elecciones, no entregaré la revolución". En ese escenario hipotético" pasaría a gobernar con el "pueblo" y en "unión cívico-militar". De ahí lo de 'presidente-dictador'. Es que le pega mucho. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com