• Se han creado los primeros 900 empleos, cifra insignificante pero significativa en un sector que llegó a dar trabajo a 131.000 personas. 
  • El presidente de la federación, Jaume Roura, explica que el plan PIVE ha generado una demanda adicional de 140.000 automóviles.
  • Los concesionarios facturaron el 10% en 2013, hasta 24.461 millones de euros, pero la rentabilidad sigue en tasas negativas.
  • En España se venderán este año 840.000 vehículos, 40.000 más de lo previsto, pero  lejos de los 1,3 millones que se vendían hace años.
  • Rosell (CEOE) juega con las palabras: se ha avanzado en la sobriedad, pero no en austeridad.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), Jaume Roura, ha optado por poner la cara más amable al dibujar el balance de cinco años de una de las más duras crisis en el sector de la distribución de vehículos en España. El año pasado se crearon 900 empleos en ese segmento, una cifra insignificante, cierto, pero significativa, si tenemos en cuenta que en ese crítico periodo se han destruido 50.000 puestos de trabajo.

Faconauto, que celebra su XXIII Congreso (en la imagen Roura, durante su intervención),  ha contado con el apoyo del presidente de la CEOE, Juan Rosell, que aprovechó el foro para barrer para casa. Tras reconocer un secreto a voces -que el sector del automóvil se está recuperando-, insistió en reformas y más reformas para reducir el déficit público, que sólo se conseguirá aumentando el PIB para crear empleo. Rossell jugó con las palabras para ser más explícito: se ha avanzado en la sobriedad, pero no en austeridad. También pidió, y es lógico, que la legislación sea "menos farragosa" y que dure en el tiempo, y un paso más en la reforma del sector público.

Pero los datos del sector, que llegó a emplear antes de la crisis a 131.000 personas, los ha dado Jaume Roura. Los 50.000 empleos perdidos dan una idea de los cierres y la necesaria reestructuración de los concesionarios.

Las previsiones de ventas de vehículos para este año han aumentado en 40.000 unidades, hasta 840.000, aunque están lejos todavía de los años de bonanza, cuando se situaban en torno a los 1,3 millones anuales, que es lo que corresponde a España por PIB.

La varita milagrosa es el Plan PIVE de incentivos a la compra, clave para que se consolide la recuperación del sector. Lógicamente, se pidió al Gobierno que lo mantenga. El ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha mostrado favorable este lunes.

Roura ha explicado que ese plan ha generado una demanda adicional de 140.000 automóviles en España y ha sido decisivo para que los concesionarios facturaran 24.461 millones de euros el año pasado, el 10% más que en 2012. A pesar de ello, la rentabilidad sigue en tasas negativas del 0,7%. Los datos del primer trimestre pueden decantar la balanza a los números negros.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com