• La auditora advierte que el truco contable de esconder deuda en activos disponibles para la venta no puede perpetuarse.
  • Los resultados del grupo son flojitos y no llegan a ser, siquiera, discretos.
  • Hochtief se salva por la venta de activos de telecomunicaciones y servicios.
  • Aunque la filial alemana, junto a Leighton, ha contribuido al aumento de la deuda del grupo en 1.638 millones de euros.
  • ¿Alguna buena noticia La indemnización por el Castor. Pero no es una buena noticia para el contribuyente.

No sé qué tiene esta empresa, que en los últimos meses nos está acostumbrando a que "monta un numerito" cada vez que ha de presentar resultados. En verano, normalmente época inhábil para grandes noticias financieras, tuvimos el jaleo de Florentino Pérez (en la imagen) con su sociedad de inversión Vesan, a propósito de su deuda, y los rumores de la posible salida a bolsa de esa losa que supone la división de renovables. Ahora llega la fecha de presentar el informe de resultados del tercer trimestre y, para calentar el ambiente, ACS decide posponer para el próximo ejercicio la OPV de ACS Renovables, por la dificultad de encontrar inversores.

"Mosqueo", pues, después llegan los números flojitos: ventas de 28.232 millones de euros, un -2,6% que en 2013; EBITDA de 1.865 millones, un 13,7% menos que en 2013 y beneficio neto de 551millones ( 0,5%). Según ACS, la bajada de las ventas, marcada en el -20,5% en Europa, sin incluir España, que se salva con un 5,5%, y el -37,6% en los negocios en África; el descenso en los resultados del negocio de construcción (-3,6%), la incidencia de los tipos de cambio, la venta de activos de Hochtief en telecomunicaciones y servicios, y la puesta en marcha de otras inversiones, han sido las principales causas de estas cifras que no llegan a discretas, pues el EBITDA, excluyendo el impacto de estos tres últimos motivos, sería aún un 4,5% menor que en 2013.

También es bastante floja la situación del endeudamiento de la sociedad que, aparte del ya conocido problema que ACS tiene con la división de renovables -a la que ahora daremos un repaso-, sigue su ascensión, y ha crecido en 1.638 millones de euros en lo que llevamos de 2014, alcanzando los 5.872 millones de euros. Dos detalles sobre la situación de la deuda que me han llamado la atención: en lo que llevamos de ejercicio, los pasivos financieros a corto plazo han crecido un 59,7% llegando a los 6.159 millones de euros. Los bonos en circulación han alcanzado los 4.167 millones de euros, un 69,9% más que en 2013. La explicación de este crecimiento de la deuda ha quedado centrada en las inversiones en las compras de la australiana Leighton y la apuesta de Florentino, la alemana Hochtief, que ya empieza a hacerse notar en las cifras de ACS, para bien y para mal.

Como he dicho antes, no acabaré sin hacer de nuevo un paréntesis en el tremendo lunar negro de la compañía, que no es otro que el traído y llevado tema de sus inversiones en renovables. Esta inversión, unos 2.600 millones de euros, continúa contabilizada en activos y pasivos mantenidos para la venta -cuya deuda asociada, en diciembre de 2013, ascendía a 3.828 millones de euros-, con lo que queda fuera de la deuda total de la sociedad gracias a esta artimaña contable que, según parece, el auditor de la compañía, Deloitte, no está dispuesto a consentir más tiempo. Es decir, si ACS no consigue colocar esta inversión durante los primeros meses de 2015, en las cuentas de ese ejercicio puede aparecer una salvedad por este tema.

Una pincelada más sobre el balance de ACS, que no resulta ser muy del agrado de las compañías auditoras: en el activo corriente se han contabilizado en este ejercicio 2.871 millones de euros de fondos de comercio, 1.434 millones por Hochtief y 781 millones provenientes de la fusión con Dragados.

¿Alguna buena noticia, pues para la empresa, que por fin va a poder pagar a los bonistas que financiaron el proyecto del famoso deposito Castor, gracias al desembolso de 1.350,7 millones de euros que el 11 de noviembre ha realizado el Estado, en cumplimiento del Real Decreto de indemnización por la suspensión del proyecto. Es una buena noticia para Florentino, que esta semana, además, ha logrado librarse de Juan March de la Lastra, su principal incordio en ACS. Pero, evidentemente, no es una buena noticia para el contribuyente.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com