Mientras, Miguel Blesa continúa aumentando costes de explotación en plena crisis

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, está harto de que le digan lo que debe hacer. Por una parte, Manuel Pizarro ya no puede decir más claro que quiere ser el presidente de la cuarta entidad financiera del país. Por otro, Esperanza Aguirre firma un pacto ya absolutamente necesario con el PSOE, IU e UGT. Gallardón, en su estilo, sólo por fastidiar, continúa apoyando a Miguel Blesa.

En resumen, Rajoy amenaza con no aceptar la nominación de Manuel Pizarro y nombra a su ex compañero de colegio Fernando Bécker o a su más leal escudero, el ex ministro Miguel Arias Cañete.

Mientras, y quizás esto sea más grave, Miguel Blesa ha decidido aumentar los costes de explotación en plena crisis. Es la única entidad que abre oficinas y aumenta plantilla, al tiempo que sus provisiones para una mora pavorosa no son las que aconseja el buen sentido. El que venga detrás de mí, que arree.