Sr. Director:
Las aulas impartirán educación sexual. ¿Más? Nuestros hijos no sólo reciben mensajes sexuales desde el cine y los DVD, la TV, revistas, novelas y videojuegos.

 

Los mismos colegios les enseñan a masturbarse, a llegar al orgasmo sin penetración, a minusvalorar la virginidad, a experimentar todas las alternativas sexuales,  incluso las orgías y la homosexualidad a través de Educación para la Ciudadanía (¿educación?).

Pero no es suficiente a pesar de que el nuevo código de conducta de las guías sexuales autonómicas ha aumentado la violencia sexual entre adolescentes, la precocidad de las relaciones íntimas, un aumento de enfermedades venéreas y el aborto, que no ha dejado de crecer. ¿Por qué? Porque inducen a los menores a probar. En boca de los impulsores de la iniciativa extremeña masturbatoria: Pensamos que los montones de mensajes enviados llegarán a infiltrarse firmemente en las cabezas (de los menores) ¿Alguien pensaba que la educación sexual era para prevenir abortos o ETS?

Se deja de lado la función sagrada de la sexualidad humana: transmitir la vida y se pierde el valor de la castidad, destrozando la interioridad de los jóvenes que no están preparados para asumir el sexo, psicológica, afectiva ni físicamente. Iniciativas antieducativas que pisotean las enseñanzas divinas de protección del amor, recogidas en el 6º y 9º mandamientos y que ningunean a los padres.

Eva N Ferraz