Es la foto de una escultura de Isabel la Católica, Isabel I de Castilla, sita en la ciudad africana de Melilla
La industria del bulo, mejor, la lucrativa industria de la denuncia del bulo, de la que tanto listillo está viviendo últimamente, de la que tanto estafador está forrándose últimamente, asegura que Internet es la reina de la mentira. Yo digo que la mentira ha estado presente con la misma intensidad, en el mundo analógico que en el digital. La diferencia es que en el mundo digital todo camina más deprisa: lo bueno y lo malo. Y todo es más grande: lo bueno y lo malo.
El Nuevo Orden Mundial (NOM) está utilizando la gran mentira de la presunta lucha contra el bulo en las redes sociales para cercenar la libertad de expresión y a uno de sus retoños: la libertad de prensa
Y digo también que no hace falta ninguna lucha contra el bulo por dos razones:
1.La verdad de una noticia no necesita de ningún Newtral, de ningún Maldita, de ningún Facebook ni de ningún Google. Necesita de la inteligencia del lector y de su ausencia de prejuicios para captar la coherencia, o incoherencia, interna del relato, que ahí es donde se ve la verdad de una crónica, de un relato o de una tesis. Además, la mentira tiene las patas cortas y una vida efímera, como la de una mosca.
2.El peligro que corremos ahora mismo, en la sociedad de la información, no es el bulo sino los buscadores de bulos. Corremos el tremendo peligro de lo políticamente correcto, el peligro real, y grave, consiste en que el Nuevo Orden Mundial (NOM) está utilizando la gran mentira de la presunta lucha contra el bulo en las redes sociales para cercenar toda libertad expresión y a uno de sus retoños: la libertad de prensa. Obsérvese cómo son los poderosos, no la audiencia, no el pueblo, quien se rasga las vestiduras contra la plaga de ‘fake news’ que presuntamente nos asola.
Una buena manera de resumir su obra la ofrece la película 'Hispanoamérica' por boca del historiador Marcelo Gullo: Isabel animaba a españoles e indios a casarse entre sí: así nació la raza hispana. Nota: no existe la raza anglo-india
Pues bien, digo que por las redes sociales me ha llegado este cartel. Es la foto de una escultura de Isabel la Católica, Isabel I de Castilla, sita en la ciudad africana de Melilla. A lo largo de nuestra geografía hay otras esculturas del mejor rey que ha tenido España, que fue una mujer, pero ninguna de cuantas conozco refleja su espíritu como lo hace ésta, con la cruz en la mano derecha y un niño indio en la izquierda, los dos signos de grandeza de Isabel I de Castilla: defensora de la cruz y defensora de los indígenas, porque sabía que, a pesar de todas sus barrabasadas, como los sacrificios humanos y el canibalismo, eran Hijos de Dios. Por tanto, no deberían ser exterminados, como hicieron los ingleses: debían ser respetados y civilizados.
Una buena manera de resumir su obra la ofrece la película Hispanoamérica, por boca del historiador Marcelo Gullo: Isabel animaba a españoles e indios a casarse entre sí: así nació la raza hispana. Nota: no existe la raza anglo-india.