El matrimonio que rige Argentina se mantiene, terco, en su subida de impuestos a las exportaciones agrícolas

A Cristina Fernández de Kirchner le ha salido su peor espíritu de montonera. El matrimonio de la Casa Rosada actúa como los montoneros que fueron, aunque nunca dieran el paso hacia la violencia, sólo hacia la corrupción, Fernández, terca en su empeño de subir los impuestos sobre exportaciones agrícolas, verdadero pulmón económico del país -los argentinos hablan de la "Santa Soja"- continúa amenazando a los manifestantes, tras haber perdido un 30% de apoyo popular desde su ascenso en la Presidencia, el pasado mes de diciembre.

Rememorando tiempos antiguos, el matrimonio Kirchner-Fernández (don Néstor continúa actuando como si aún fuera presidente de la nación) está llevando al país a una guerra civil fría, entre los huelguistas que intentan mantener sus ingresos y lo peor del peronismo callejero y violento, los que apoyan a Cristina Fernández.

Para acallar a los críticos, la Casa Rosada cuenta con el apoyo del sindicalismo oficial y con los medios oficiales, especialmente la televisión, con más de un 60% de publicidad estatal.  

Si alguien cree que exagero, que lea la siguiente noticia de Perfil, uno de los órganos de prensa más independientes de la Argentina.