La juez de Roquetas del Mar (Almería) no observó indicios de criminalidad y dejó libres sin cargos a los nueve guardias civiles implicados en la muerte del Juan Galdiano. Por eso su defensa no entiende por qué en el procedimiento administrativo se ha apartado de sus funciones a estos agentes, si no es por la alarma social generada en torno al caso.

Esta es la razón por la que la defensa ha recurrido la suspensión de empleo ante el Tribunal Militar Central y ante el Juzgado Central de lo contencioso administrativo. Además, el informe del Instituto Nacional de Toxicología parece claro : el fallecido llevaba encima un cóctel de cocaína y morfina y la muerte fue generada por el hundimiento del esternón provocada por los intentos de reanimación practicados por los guardias civiles ante el retraso de 25 minutos de los servicios sanitarios del hospital casi contiguo.