La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) consigue otro éxito en Madrid… en su octava manifestación. El CIS manipula los datos ¡a favor del PP!, para movilizar al electorado socialista. Las diferencias entre ambos partidos no están entre 2 y 3 puntos, sino entre 3 y 4, a favor del PSOE. ETA está débil, convencida de que si comete un atentado mortal, perderá al PSOE como interlocutor en Madrid. Rubalcaba reprocha a Zapatero que no convocara elecciones el 28 de octubre. Mientras, el mundo empresarial da por segura la crisis económica: sólo se discute cuándo llegará

A pesar del apoyo tibio del Partido Popular, del auge inmisericorde del PSOE y de que es la octava vez que convoca a la gente contra la política antiterrorista, Francisco José Alcaraz, líder de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) consiguió convocar a otra multitud en Madrid en la tarde del sábado. Alcaraz considera, como Jaime Mayor Oreja, que estamos en el descanso del partido, que si Zapatero gana las elecciones, volverá a negociar con la banda.

Porque esto es lo más triste de la política española actual: es ETA, o el terrorismo islámico, que tiene en estado de alerta a la policía española, quienes decidirán las elecciones de marzo. Un atentado islámico en 2004 llevó al PSOE a la Moncloa: un atentado en 2007-8, produciría el efecto contrario. Y lo mismo puede decirse de ETA.     

Por eso, Rubalcaba insistió en que se convocaran elecciones cuanto antes, el 28 de octubre, pero ZP no le hizo caso. Y por eso, también, Rubalcaba nos repite que ETA quiere matar, como si odiara al PSOE, cuando lo cierto es que muchos en la banda, al menos aquéllos que no son psicópatas del homicidio, consideran que un PP en La Moncloa sería un verdadero desastre, y que lo mejor es que sea el PSOE quien gane las elecciones… porque ZP es de los que cede con tal de mantenerse en el poder.

Por cierto, el CIS manipula las encuestas, pero a favor del PP. La diferencia entre los dos grandes partidos no oscila entre dos y tres puntos a favor del Psoe como afirma el último barómetro, sino entre 3 y 4. La razón es muy sencilla: el PSOE teme la desmovilización de su electorado, el síndrome de 2000, cuando Aznar consiguiera mayoría absoluta gracias a la abstención del voto socialista.

Es el terrorismo, no la economía, lo que decidirá las elecciones. Ya nadie discute que la crisis llegará, pero no se sabe cuando ni con qué ritmo. Pero la crisis no mostrará su rostro más feo hasta que haya un nuevo Gobierno. Y eso ya es otra historia.