Sr. Director:

Escribo esta carta desde la pesadumbre y vergüenza por la tele de este país. He decidido tachar de mi lista de mis series televisivas una más, y van tres con esta.

Primero fue Los Serrano, de Telecinco, por la mofa al sacerdocio católico de la pasada temporada en la que presentaban a un sacerdote glotón, borrachín y medio tonto, por no hablar de la cursi de la profesora de Religión, que se presenta como una mujer con ropas de años 70 y con camisa hasta el cuello y falda hasta los tobillos.

Después, Cuéntame cómo pasó, de TVE, que creo que debería llamarse por los últimos capítulos Cuéntame cómo puedo hacer críticas veladas a la Iglesia en todos los capítulos. En los últimos capítulos se presenta a los sacerdotes como unos rebeldes y con unas ganas de cortar las ataduras del sacerdocio para poder casarse y "vivir" la vida. Sí que es cierto que en esa época hubo sacerdotes que dejaron el sacerdocio para casarse, pero de ahí a pintar a un sacerdote cuestionando al Vaticano y celebrando misas clandestinas como si fuese lo normal... Otro que, en vez de poner tierra de por medio como le aconseja el obispo, lo único que hace es intentar a ver qué consigue con la hija de los Alcántara y con la hija Inés dando consejos a su prima diciéndole que la Iglesia está atrasada y que hay que acostarse con su novio, si hay compromiso y cariño.

Y el colmo fue con Aquí no hay quien viva, donde las blasfemias están a la orden del día y en la que el homosexual es el mejor del grupo y el más enrollado y, en cambio, el cura es el que es medio lelo escribiendo canciones absurdas y vendiendo alzacuellos firmados.

Por favor, sólo pido un poco de respeto, no que traten mejor a los católicos, sino que nos traten con respeto. Que pasaría si en una serie apareciesen ridiculizando a los homosexuales o poniendo mal a los musulmanes, chinos, protestantes o quien fuese, otro gallo cantaría; ahí sí que habría manifestaciones y reclamaciones de dimisiones.

Yo, por lo pronto, ya he eliminado estas tres series de mi lista. Ahora mi mujer y yo vemos películas de DVD que, por lo menos, sé lo que voy a ver y no tengo que tener el mando al lado para cambiar de canal cada vez que se meten con mi condición de católico.

Antes que me tilden de fascista, deciros que tengo un amigo musulmán, y otro homosexual; yo les respeto a ellos, no estamos de acuerdo en algunas cosas pero no pasa nada. Y otra cosa, mi mujer que es católica no lleva camisas hasta el cuello y sí lleva un piercing en la nariz y tres pendientes en una oreja.

Ángel Cervera

acerveragil@gmail.com