Sr. Director:

Soy una simpatizante católica de las miles de personas que votamos al PP porque creemos que, de todas las formaciones políticas que se presentan a las elecciones es la que, por su programa electoral, mejor plasma los valores en favor de la vida, la libertad religiosa, la defensa de la religión, la educación en valores, el derecho a elegir la educación para tus hijos, etc. Sin embargo, aunque en los programas electorales así se recoja, los candidatos que se presentan en los primeros puestos de salida de las listas electorales poco o nada tienen que ver con la auténtica defensa de los mismos. Es un asunto que no interesa nada. Es más, incluso, muchos de los militantes del PP que podrían representar, brillantemente, el voto católico, son discriminados y marginados de las mismas y el católico militante ridiculizado. El gran potencial de voto cristiano no está suficientemente representado en las listas municipales ni escuchado en las instituciones, por eso pasa lo que pasa, después.

Si existe la llamada cuota femenina, la cuota de Nuevas Generaciones ¿Por qué no la cuota del que defiende, con rigor y argumentos, la defensa del ideario en valores que el PP, aunque sea de boquilla y por la que votan muchos españoles?

Rosana Elizalde Echevarria

rosanaelizaldeechevarria@yahoo.es