Y otra bofetada al Gobierno Zapatero: 3.900 MW de centrales térmicas de carbón. Eso sí, con captura de CO2

El Informe de Prospectiva 2030, elaborado por la patronal UNESA y presentado en la mañana del viernes en Madrid por su presidente, Pedro Rivero, ha constituido todo un varapalo a la política de energía medioambiental del Gobierno Zapatero, enfrentado con la energía nuclear. En alusión a Hispanidad, Rivero negó que la defensa de la electricidad nuclear de UNESA fuera "subliminal" y dejó bien claro que la columna vertebral que propone el sector se basa en el mantenimiento del actual parque nuclear (El Gobierno ZP quiere cerrar la primer central que vence, Garoña), que deberían pasar de 40  60 años de vida, y, además, la construcción de otros 2.600 MW de potencia, lo que supone, con los actuales reactores, otras tres centrales de fusión. Sí, en esta ocasión, UNESA ha sido poco subliminal.

No sólo eso, para mayor provocación, la patronal pide 3.900 MW más de centrales térmicas de carbón, eso sí carbón limpio, es decir, con captura de CO2. Todo ello mantenido la actual generación, y con una inversión de 50.000 millones de euros.