Una muestra más de lo que está ocurriendo en Honduras, verdadero banco de pruebas de la nueva tiranía disfrazada de democracia, que vamos a llamar bolivarismo pero que, como ya hemos dicho, tiene su parte más preocupante en el apoyo del Occidente Libre, impulsado, a su vez, por le Nuevo Orden Mundial (NOM). En plata: apoyan a Manuel Zelaya las dictaduras disfrazadas de democracia de Venezuela, Ecuador Bolivia, y Nicaragua (y, naturalmente, Cuba), además de los entusiastas majaderos del NOM, como, por ejemplo, el Gobierno español, Rodríguez Zapatero. Otros líderes occidentales se tientan las ropas pero, no hay que ocultarlo, la nueva progresía estadounidenses de Barack Obama y Hillary Clinton, aunque con menos entusiasmo, apoya asimismo al presidente depuesto.

Pues bien, la Iglesia se ha situado enfrente, a favor de Roberto Michelleti. Su postura lo explica muy bien el comunicado de la conferencia episcopal, a quien ahora apoyan los obispos ecuatorianos. Fue Zelaya quien, para perpetuarse en el poder, da un golpe de Estado político de corte miliciano. El comunicado de los obispos hondureños explica mejor que ningún medio lo que ha ocurrido en Honduras: es Zelaya quien vulnera la ley y los órganos legales quienes le expulsan de la Presidencia... tal y como manda el artículo 239 de la Constitución. ¿Cómo es posible que ONU, OEA y la llamada comunidad internacional no palpen algo tan claro, tan evidente? Madariaga pidió en su día que Zelaya no regresara para evitar un baño de sangre, al tiempo que lo único que recrimina al actual Gobierno es la extradición. Pero, en cualquier caso, los obispos hondureños apuesta con entusiasmo por las elecciones de noviembre por el manteniendo el límite temporal de permanencia en poder, en suma, apuesta por la libertad y la democracia. Insito: el mejor termómetro de un régimen de libertades en el siglo XXI es la limitación de mandatos a los que obliga a su presidente. El poder absoluto corrompe absolutamente... lo mismo que la permanencia permanente en el poder, por muy democrática que sea.

Como bien explica Noticias Globales, los obispos ecuatorianos han aplaudido a los hondureños. Algo muy lógico, De todos los bolivarianos, el más peligroso es el ecuatoriano Rafael Correa. Hombre formado en Estados Unidos, no da la apariencia atrabiliaria de Chávez o Morales. Sin embargo, ha llevado a la práctica lo mismo que los otros dos y sin hacer ruido alguno: ha preparado la normativa para eternizarse en el poder.

Zelaya intentará la guerra civil con su asalto miliciano. Lo tiene difícil, salvo que sea apoyo por Occidente. Esperemos que no lo consiga porque, si cae Honduras, la nueva dictadura, es decir, la democracia nominal, tendrá réplicas en tofo el planeta.

A Iglesia, maestra de libertades, por aquello de la que es la verdad la que nos hace libres (aunque, según el filósofo ZP, es la libertad la que nos hace verdaderos) se ha situado frente al bolivarismo y frente a democracia nominal. En España, el PP debería aprender quizás una contradicción in terminis- y reclamar la limitación de mandatos en el poder del presidente del Gobierno y de otros altos cargos. ¡Sería maravilloso!

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com