Manuel de Castro, secretario general de la FERE, se disfraza de empresario y la Federación de Religiosos de la Enseñanza (FERE) se suma finalmente a la manifestación que se celebrará el día 12 contra la Ley Orgánica d educación (LOE) que prepara el Gobierno socialista. Castro afirma que el Gobierno pretende asfixiar económicamente a los centros, lo que es tanto como asfixiar su ideario. Eso sí, ese sacerdote salesiano ha aparecido en todos los medios con una impecable corbata, muy lejos de la defensa icónica de ese ideario, que sería presentarse ante la opinión pública con sotana, la misma sotana que tanto les aconsejaba lucir e incluso saber zurcir- su fundador, San Juan Bosco.

La Gaceta de los Negocios califica el viernes de Historia de una Intoxicación la noticia del diario ABC del jueves, firmada por Jesús Bastante, según la cual la Conferencia Episcopal Española habría pactado con la ministra de educación, Maria Jesús San Segundo, el mantenimiento de la enseñanza de religión en las escuelas en sus actuales términos a cambio de descolgarse de la manifestación del próximo día 12, convocada por la Confederación Católica de Padres de Familia (CONCAPA) y la patronal CECE, así como por el Foro de la Familia y un buen grupo de asociaciones. Pues bien, en la misma mañana del jueves la Conferencia se veía obligada a aclarar que lo del ABC no era otra cosa que una mentira, que algunos de los organizadores consideran interesadamente inventada por el diario ABC.

Por tanto, el Gobierno no ha cedido un ápice y continúa intentado relegar la enseñanza religiosa de las escuelas. Aunque Hispanidad apoya la manifestación del día 12, considera que las patronales de la enseñanza, la religiosa FERE y la laica CECE, están restando protagonismo a quienes deberían tenerlo : la CONCAPA, es decir, los padres de familia, verdaderos sujetos del derecho a la educación. Porque los padres no ganan nada con los conciertos educativos: ganarían con la implantación del cheque escolar, algo que el propio Manuel de Castro considera una opción radical.