Durante el primer trimestre del año, la economía de la zona euro creció un 1,3% (en tasa anual). Es decir, que Eurolandia continúa creciendo tres veces menos que la economía norteamericana, y, lo que es más preocupante, 4 veces menos que la economía mundial. Y el Banco Central Europeo ha anunciado en la mañana del miércoles que reducía su previsión de crecimiento para el presente año 2005 desde el 1,6 al 1,4%.

Por si fuera poco, y en lo que parece una especie de venganza personal, la economía británica, europea pero ajena al euro, crece con mucha más fuerza que sus socios en la Unión. El modelo europeo puede distribuir mejor la riqueza. Pero desde luego no parece capaz de competir con otras zonas del mundo en un planeta globalizado.