Nosotros no desarmaremos a nuestros hermanos de Hizbolá porque confiamos en su palabra. De esta manera se manifiesta el Ejército libanés dejando bien claro su simpatía y cercanía con los hermanos de Hizbolá. Al fin y al cabo, tres cuartas partes del Ejército libanés están formadas por chíitas. Y si los cristianos maronitas mantienen distancias con Israel y comprenden a Hizbolá, huelga decir lo que piensan de los terroristas islámicos los chíitas.

Desde Israel se tiran de los pelos porque la retirada ha sido una humillación en toda regla. Desde Hizbolá aseguran que la resolución de NNUU no obliga a entregar las armas sino en no tenerlas a la vista. Es decir, que basta con tenerlas en el garaje. Y los hermanos del Ejército libanés no van a tratar de desarmarles.

Así se entiende que el patriarca de la Iglesia maronita Nasrallah Cefir se haya mostrado muy preocupado por la interpretación que pudiera realizarse de la resolución 1.701 de Naciones Unidas ya que podría generar una doble autoridad política. Muy fino, pero muy claro : Hizbolá podría hacerse con el control de la situación generando una doble autoridad política y eso, como el lógico, genera ansiedad entre la población libanesa.

En estas circunstancias, el trabajo de las fuerzas internacionales no va a resultar nada sencillo. Y aunque desde la ONU se advierte que la demora en el envío de tropas eleva el riesgo de que el conflicto se pudiera volver a reproducir, Francia ya ha advertido que enviará sólo 200 soldados para apoyar a los cascos azules de la zona y Alemania anuncia que no enviará tropas al Líbano, si acaso tropa naval de apoyo. ¿Y España? Nuestro ministro de Defensa ya se ha comprometido a enviar entre 400 y 500 soldados a la zona, aunque Defensa ha alertado del elevado riesgo de las operaciones.

Pero el pacifista Zapatero necesita congratularse con Naciones Unidas. Y sobre todo con Estados Unidos. Tras los permanentes desaires, la diplomacia española trabaja humillantemente en ganarse el beneplácito de Washington. Y este junto a Afganistán- puede ser uno de los peajes.