• Pero el ebitda está estancado, incluso disminuye un 0,9%. El efecto de las dos reformas eléctricas en vigor -queda la tercera- ha resultado demoledor para la eléctrica española.
  • El problema de la deuda: importante reducción la de los deudores (-1.178 millones de euros en los doce últimos meses) y los acreedores comerciales (-2.119 millones de euros en igual periodo).
  • Las sorpresas, en la parte baja de la cuenta de resultados: fuerte incremento de las provisiones, (1.623 millones de euros).
  • Especialmente importante ha sido el esfuerzo en el segundo trimestre, para absorber los deterioros (pérdidas en el valor de los activos) referentes a energías renovables y a las inversiones en Estados Unidos y Canadá.

Los resultados de Iberdrola correspondientes al primer semestre no pueden considerarse buenos, sobre todo si consideramos que el ebitda se reduce un 0,9%, así como el beneficio. Sin embargo, la Bolsa le ha, si no premiado, al menos sí comprendido. ¿Por qué Porque la estrategia de su presidente, Ignacio S. Galán (en la imagen) ha consistido en sanear, tanto en España como en el exterior, una estrategia totalmente distinta a la que ha mantenido durante más de un lustro. No invierte, desinvierte y su principal preocupación consiste en reducir el apalancamiento, lo que, ciertamente, ha conseguido.

En España, y como puede verse en el adjunto, el impacto de las dos primeras reformas eléctrica, la retributiva y al fiscal, se ha comido cualquier posibilidad de incremento de beneficios, especialmente la llamada reforma eléctrica Montoro -que no Soria- y que aumentó la fiscalidad sobre generación.

Dicho esto, cada vez me importan menos las conclusiones a las que puedo llegar en la revisión de la información financiera que publican las cotizadas, así como la calidad y el detalle de la misma. Iberdrola nos ha deparado esta mañana del miércoles un buen informe sobre los resultados semestrales, en el que da muchas explicaciones sobre lo que está pasando en el Grupo, y datos suficientes para poder analizar al margen de las conclusiones que ella misma nos ofrece. Es lo que se debe hacer cuando una institución cotiza y acude al ahorro del público para financiarse.

Además, se agradece, ahora que tantas entidades, sobre todo bancarias, tienden a darnos unas impresentables presentaciones en las que volvemos a la infancia con los Coco y el Monstruo de las Galletas explicándonos conceptos tan lejanos como perversos. ¡Y ya saben que el peor delito es corromper a la infancia!.

Bueno, a lo que vamos. Nada más aburrido que la cuenta de resultados de una eléctrica y nada más peligroso que deje de ser aburrida, al menos para sus accionistas y acreedores. Básicamente lo que ha hecho Iberdrola es lo que corresponde a una época recesiva como esta que vivimos, máxime cuando la misma es fruto de la alegría crediticia, es decir: reducir su endeudamiento, desapalancarse o como quieran llamarlo. Reduce su endeudamiento bruto en 3.786 millones de euros en los últimos doce meses, lo que supone un nada despreciable 6%, que se nota luego en la caída de sus gastos financieros, en un tampoco despreciable casi 8%. Como el flujo del negocio da para lo que da, y a pesar de que aquí no es moco de pavo y se mantiene estable respecto al primer semestre del año anterior, dicho desapalancamiento se ha conseguido con una reducción de la inversión, venta de activos y una mejor gestión del circulante. Es muy significativa la importante reducción que han experimentado los deudores (-1.178 millones de euros en los doce últimos meses) y los acreedores comerciales (-2.119 millones de euros en igual periodo).

La cuenta de resultados: sin sobresaltos como ya les he anunciado antes. Cae ligeramente la facturación en este primer semestre de 2013 si comparamos con el mismo periodo del año anterior (-0,9%) pero la reducción del coste de aprovisionamiento (-5,8%) y la contención de los gastos generales (-2,2%) permiten absorber la caída y el fuerte incremento de los tributos ( 79%), de tal modo que el resultado bruto de explotación (EBITDA) se mantiene estable... a la baja (-0,9%).

Las sorpresas, pues en la parte baja de la cuenta de resultados: fuerte incremento de las provisiones , (1.623 millones de euros).  Y especialmente importante ha sido el esfuerzo en el segundo trimestre, para absorber los deterioros (pérdidas en el valor de los activos) referentes a energías renovables y a las inversiones en Estados Unidos y Canadá. Este gran ajuste de valor podría haber lastrado la cuenta de resultados, pero se ha compensado con el reconocimiento de un crédito fiscal de 1.461 millones de euros, por lo que al final el resultado sólo cae un 2%.

Los deterioros de las inversiones de la etapa loca de la economía nos darán más sorpresas en los próximos semestres, pero Iberdrola parece haberlos encajado, digamos que con elegancia. Ya veremos si en otros sectores regulados, vemos lo mismo.

No, no son buenos resultados, Simplemente ha hecho lo que tenía que hacer... a la fuerza.

Rodrigo de Silos

rodrigo@hispanidad.com