Los hoteles Ritz y Palace han sido cerrados al público para albergar a los invitados a la boda. Sin embargo, los invitados no se verán mezclados. Las familias reales han sido hospedadas en el Ritz, mientras que los "plebeyos" tendrán que conformarse con dormir en el hotel construido por el rey Alfonso XIII para su boda en 1906.

Esta es una de las anécdotas de la boda. Pero hay más. Resulta que el 22 de mayo fue la fecha escogida por la pareja examinando los informes históricos del Instituto Nacional de Meteorología. En las últimas décadas había presentado una pluviosidad inexistente. Pero el tiempo es casi tan desconcertante como la Bolsa.

La otra es que los chóferes contratados para trabajar exclusivamente el día de la boda cobrarán 90 euros por recoger a los invitados en el Aeropuerto de Barajas y llevarles a la Catedral de la Almudena. Un taxi un pelín caro, financiado con "pólvora del Rey".