ENEL, Acciona y el mismísimo Gobierno italiano, presionan a fondos y bancos de inversión para que no acudan a la OPA de E.ON

En España, la situación de Manuel Conthe se hace insostenible. ZP trata de convencer a Solbes para que no dimita 
La batalla por Endesa no sólo va a exigir una remodelación de toda la normativa española, sino probablemente europea. Hasta ahora, una OPA sobre el 100 por 100 del capital semejaba un instrumento pétreo, contundente. Pero algunos operadores, como Acciona y, sobre todo, ENEL, han conseguido que el proceso de opas parezca gelatina.

El asunto consiste en filtrar, en pleno periodo de suscripción, que en un plazo de tiempo vas a ofrecer más dinero y que si no lo has hecho hasta ahora es porque no te habías enterado de la juerga. En segundo lugar, filtras en conversaciones privadas que lo de la OPA oficial va a fracasar, porque tú ya tienes comprometida más de la mitad del capital. Como el mundo financiero es un patio de comadres, a los pocos minutos lo sabe todo el mundo. Esto es lo que ha hecho el Ceo de ENEL, Fulvio Conti, que asegura disponer ya de más del 60% del capital de Endesa, apalabrado con gestores de fondos y bancos de inversión. Por supuesto, si se demuestra que hay un pacto a precio superior al del mercado y al de la OPA estaríamos ante un delito.

Por eso, tercer elemento de la estrategia, se trata de hablar con bancos de inversión para mantener el precio de la acción por encima de la oferta –ahora se encuentra por encima de los 40 euros por acción de E.ON-. Se trata de boicotear la OPA alemana a cualquier precio y esperar los seis meses que le ha exigido la CNMV –mejor, que le ha exigido la ley- para dar el salto hasta el control de Endesa-. Sin rechazar, claro está, que todo acabe en un reparto del botón entre alemanes e italianos, que por ahora parece la opción más probable.

Al final, lo que parece claro es que los Entrecanales, una vez firmada la paz entre las distintas ramas de la familia, siguen jugando a Operación Vodafone: vender antes o después su participación, conseguir la Presidencia no ejecutiva para José Manuel Entrecanales y dejarle el sitio libre a italianos o extranjeros. O sea, la solución española que vende La Moncloa.

Al mismo tiempo, la situación del presidente de la CNMV, Manuel Conthe, se hace insostenible. El vicepresidente Pedro Solbes le anima a que no dimita, entre otras cosas porque podría comenzar la cadena de dimisiones que tanto temen en el PSOE: dimisión de Conthe, dimisión del propio Solbes… convocatoria de elecciones anticipadas. El ridículo de la CNMV ha puesto en tela de juicio todo el aparato regulatorio español y a Pedro Solbes allá donde más le duele: en los foros internacionales. Las chapuzas de Moncloa y sus interferencias en la batalla de Endesa se han ejecutado de forma tan zafia que Conthe y Solbes harían bien en no viajar al extranjero próximamente.