Sr. Director:

La verdad es que cada vez que veo la tele me pongo a temblar. El programa Caiga quién caiga es un atentado al buen gusto y al sentido común. Me explico.

No contentos con tratar temas serios de forma frívola, su actitud es pueril. El viernes trataban de obligar a todos los farmacéuticos a vender preservativos. ¿Por qué? El motivo es evidente porque ellos quieren y punto. Así que, adiós a la libertad de cada persona, que muchas críticas a Franco, pero volvemos a dar los mismos argumentos y a actuar obligando a los demás a hacer las cosas cuando no quieran porque sí y punto.

¿Qué tiene de malo que una persona actúe de acuerdo a sus principios? Los cristianos, viviendo de acuerdo a sus ideas, no quieren vender preservativos en las Farmacias, porque es lo que se dicta desde el Vaticano. ¿Eso es malo? ¿No hay más sitios para adquirirlos el que quiera utilizarlos? ¿Dónde queda la tolerancia? ¿Y el sentido común?

Por último, qué decir de los presentadores y reporteros. Son unos ignorantes pelotilleros del poder, que no tienen más argumentos que la burrada en la boca y la insensatez por norma. Muy graciosos, me parto de risa viéndoles. Por favor no pretendan dar a entender que cuando dicen algo todos estamos de acuerdo con ustedes, que no es verdad. ¿Es este el humor inteligente? Porque parece el humor de los bobos.

Gabriel Madrid Grande

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